Seguramente has buscado en Google, lecturas de Tarot, tiradas de Tarot, o similares, y lo que has podido encontrar es una oferta importante de personas que afirman ser Videntes, que pueden ver el futuro y que van a responder a todas tus preguntas y a resolver los problemas, a través del Tarot y sus poderes de clarividencia. Entrando en estas páginas web, verás todo tipo de adornos esotéricos, para dar más color, énfasis y credibilidad a la persona que nos va a ayudar a saber nuestro futuro… Velas, símbolos esotéricos y ropa mágica, para crear el clima apropiado.
Es posible que hayan personas que puedan tener un don y ver el futuro. Eso no lo se. Muchas personas van a que les lean el futuro. Es normal, a todos nos gustaría saber cómo se va a resolver el problema que tengo ahora, si encontraré pareja, si mejoraré mi situación laboral, etc. Son preguntas muy comunes, y hasta cierto punto, comprensibles.
El problema viene cuando entregas tu poder y tu responsabilidad en otras personas, para que te digan lo que has de hacer o te lancen una predicción. Esto es muy peligroso y puede generar dependencia, adicción y pérdida de la autonomía personal.
En una consulta de Tarot, el objetivo debería ser ayudar a la persona a comprender su situación, a descubrir el origen de su problema y a aportar soluciones, que tendrá que llevar a cabo la persona consultante. Resumiendo, en la lectura de Tarot, se acompaña a la persona para que se haga responsable y actúe para evolucionar. Le estamos devolviendo su poder para que lo utilice.
En una lectura predictiva o de videncia, sucede todo lo contrario. Esperamos que nos den la solución, nos digan el resultado sin haber participado.
Pero, ¿esta predicción se cumple?, desde luego que sí. Existe un fenómeno llamado la “profecía autocumplida”, estudiada hasta la saciedad. Funciona en el Tarot, en educación, en salud, etc. Si la persona recibe una predicción, ésta pasa a su inconsciente, que automáticamente va a intentar cumplirla. El inconsciente es muy poderoso y además, no tiene sentido del humor. Va a hacer lo posible para cumplirlo. Y de hecho, acaba siendo así. No importa la respuesta, se cumplirá. Inquietante, como mínimo, saber que las barbaridades que nos digan, vas a intentar cumplirlas sin ni siquiera darte cuenta.
Si es una predicción negativa, nos va a afectar a nuestro estado de ánimo, va a modificar nuestras conductas habituales, ya que estaremos influenciados por la “orden de predicción”, con lo cual, perderemos nuestra libertad de elección. Y veremos el resultado de la predicción en todas partes, para lograr así cumplir la orden.
Con todo este panorama, no resulta muy atractivo ir a una persona desconocida a que nos hagan predicciones, según una supuesta videncia. Y para acabar de rematarlo más, al perder nuestro poder de decisión, ante otra situación que nos presente una dificultad, podemos volver a ir a la persona a que nos vuelva a hacer lo mismo.
Esto puede generar una adicción a la videncia y a la pérdida total de nuestra confianza, autoestima y poder personal.
Fíjate que apenas he nombrado al Tarot en todo este escrito. No es por casualidad. El Tarot es una herramienta de autoconocimiento y desarrollo de la Conciencia, por tanto, no tiene nada que ver con las prácticas de adivinación o predictivas. Al menos, en la visión del Tarot que tengo y tal como lo utilizo.
Si queremos ayudar y acompañar a personas en sus procesos de comprensión, en su empoderamiento, las lecturas predictivas y la videncia están fuera de lugar. Más que leer el futuro, veremos el origen de la situación. Veremos el presente, que es justo donde está el problema, y podremos comprender cómo hemos llegado hasta aquí y lo mejor, qué pasos puede dar la persona, para resolver por ella misma y crear la realidad que desea. O al menos, empezar a crearla.
Consejo: si estas buscando a una persona que use el Tarot para ayudar a las personas sin generar dependencia, es muy importante que preguntes su experiencia, recorrido, cómo trabaja, qué finalidad tiene. Eso te ayudará a saber si la persona es honesta y coherente, o estás ante otro vidente.